Día Mundial del Cáncer: el día de todos
El año 2014 se diagnosticaron 749 cánceres en el Hospital Universitario de Vic: el 57'6% en hombres y el 42'4% en mujeres. ¿Quién, de alguna forma más o menos cercana, no ha convivido con un familiar, amigo, vecino o compañero de trabajo con cáncer?
Dra. Marta Parera, responsable de la Unidad de Onco-hematología del Consorcio Hospitalario de Vic
Hay muchos días temáticos al año. Días en que, por un momento, una gran parte de la población para un segundo su ritmo de vida para dedicar un pensamiento a aquel grupo de personas que tienen un problema especial. Quién no ha destinado en algún momento algún recurso propio (aunque tan sólo sea un pensamiento sincero) a algún tema que, por la razón que sea, nos es especialmente cercano o impactante. Y... ¿quién de alguna forma más o menos cercana no ha convivido con un familiar, amigo, vecino o compañero de trabajo con cáncer?
¿Cuando y dónde es más probable desarrollar un tumor?
Las conocidas como enfermedades neoplásicas son muy comunes. El año 2014 se diagnosticaron 749 cánceres en el Hospital Universitario de Vic: el 57'6% en hombres y el 42'4% en mujeres. Más de la mitad de estos tumores se dieron en personas entre los 60 y los 79 años, con una edad media de 68 años. La edad en que se diagnostican los diferentes tipos de cánceres no ha variado significativamente con los años, excepto en el caso de los tumores de mama, que cada vez se diagnostican en personas más jóvenes. Más de la mitad (el 58,7%) de los cánceres se concentran en cinco localizaciones: colon y recto, mama, próstata, vejiga urinaria y pulmón, por este orden.
¿Lo puedo prevenir?
Llevar unos hábitos de vida saludables, una dieta equilibrada y correcta, así como evitar un factor desencadenante conocido como es el tabaco, nos ayudará a reducir las probabilidades de desarrollar un cáncer. Otro elemento que juega un papel clave es la detección precoz: desde hace años funciona en Osona y en el conjunto de Cataluña el programa de criba de cáncer de mama con mamografías, y desde hace un año también se ha empezado a implementar en nuestra comarca el de cáncer de colon y recto, que está permitiendo detectar tumores en etapas iniciales y potencialmente más curables.
Hacia el tratamiento personalizado
A pesar de que cada año oscilan las cifras -por una cuestión propia del azar-, no se ha demostrado de forma contundente que, en cortos periodos de tiempo, haya aumentado significativamente el número de pacientes con cáncer. Lo que sí que se ha observado es un importante desarrollo y mejora en la especialización de los tratamientos oncológicos. En pocos años, hemos pasado de tratar "pacientes con cáncer de pulmón", a tratar "aquel paciente con aquel determinado tumor de pulmón". Estamos entrando en la era de los tratamientos personalizados, en base a estudiar las alteraciones moleculares específicas de cada tumor de cada enfermo. Esto permite hacer un tratamiento progresivamente más específico, selectivo y con menos efectos secundarios mayores para los pacientes.
Pero no sólo llegamos al tratamiento personalizado con mejores tratamientos, sino también con una coordinación más cercana entre los profesionales implicados en el proceso diagnóstico y terapéutico del cáncer. Cada vez más se trabaja de forma multidisciplinar: cirujanos, enfermeras, onco-hematólogos, psicólogos, genetistas, expertos en paliativos y muchos más profesionales van a una para conseguir los mejores resultados en cada paciente en concreto.
Este abordaje multidisciplinar toma especial importancia en los casos en que la enfermedad evoluciona desfavorablemente. Entonces, se llega a un punto en el que hay que priorizar tratamientos sintomáticos y de apoyo que, de la mano de los profesionales de curas paliativas, hacen que la etapa más dura pueda ser vivida de forma digna, con los menores síntomas posibles y siempre con la sensación de estar cuidado y acompañado por profesionales que saben ayudar en aspectos que van mucho más allá de los puros tratamientos médicos.
Una enfermedad "económicamente" respetada
Si bien es cierto que la situación de crisis económica no ayuda a nadie, también lo es que el cáncer es una de las enfermedades que todo el mundo respeta y protege: el Hospital Universitario de Vic está dotado de los recursos necesarios para hacer una excelente medicina oncológica. Ahora bien, donde más ha incidido la crisis es en la investigación de nuevos fármacos: los laboratorios y las grandes empresas no disponen de tanto capital como antes para impulsar estudios y ensayos clínicos. Aún así, la situación se ha sabido gestionar por parte de todos y, actualmente, los esfuerzos económicos y de investigación se centran en los fármacos contundentes, aquellos que obtienen resultados significativos ya desde los primeros ensayos pre-clínicos donde se testan. Estas "jóvenes promesas" se siguen estudiando y potenciando, hecho que permite a la oncología avanzar tanto como lo está haciendo.
Sumar entre todos
Pero, sin duda, el factor que también hace prosperar y avanzar en el día a día de las personas con cáncer es la ayuda de todos los que están involucrados de una u otra manera: de los pacientes que se levantan cada día con su mejor sonrisa y diciendo "¡adelante con el día!"; de quienes cada día cuidan y se desviven para hacer mejor la vida de algún familiar o amigo con este problema de salud, y de los que participan en las infinitas acciones solidarias -actos para recaudar dinero, donaciones individuales, voluntariado, asociaciones sin ánimo de lucro-. Y es que, si nos lo proponemos de forma más o menos directa, el Día Mundial del Cáncer puede ser el día de todo el mundo. Todos y todas podemos sumar de mil maneras para que esta enfermedad tenga cada día menos secretos y más soluciones.