Crónica de un residente en Soweto
Chris Hani Baragwanath es el hospital más grande del Hemisferio Sur; con 3.000 camas y 90 hectáreas de terreno. Para hacernos una idea del volumen, se realizan unas 60 cesáreas al día, se atienen unas 90 urgencias quirúrgicas leves y se tratan unos 10-30 pacientes traumáticos urgentes graves al día. Estoy en la unidad de Trauma Surgery, la más prestigiosa del hospital por su Jefe de servicio, Proof E. Degiannis y por el gran volumen de casos que atiende.
El día empieza a las 7.00h con el cambio de guardia. Nos encontramos en la sala donde están los pacientes graves. Entre semana encontraríamos algunos casos que han llegado de madrugada. Pero hoy es fin de semana; la sala está llena por encima de sus posibilidades; hay 4 pacientes intubados y 12 pacientes más entre apuñalados y heridos de bala. Parece una situación de guerra pero no lo es. Sólo un fin de semana más en el barrio de Soweto; una combinación explosiva de alcohol, armas blancas y violencia.
Los internos y estudiantes que salen de guardia siguen haciendo procedimientos; colocan catéteres centrales, drenajes y hacen ecografías, aquí no se para. Mientras tanto, los adjuntos y residentes hacen el cambio de guardia en el cabezal de cada enfermo, revisan que durante la noche no se haya perdido ningún detalle; ¿alguien ha explorado la espalda del enfermo? ¿Se han suturado todas las heridas? Y deciden si hay que ir a quirófano o se hacen pruebas complementarias.
Quedan pendientes dos laparotomías, pero tendrán que esperar. A las 7.15h entra un herido de arma blanca en el cuello. Sangra, cómo sangra. La sister (enfermera) canta las constantes; tensión 70/34, frecuencia cardíaca 170. Se coloca un catéter foley y se hincha el balón para controlar provisionalmente el sangrado. Alguien grita: ¡iniciamos el protocolo de transfusión masiva! Sin pensar en avisar a ningún camillero empiezo a llevar la camilla hacia quirófano, mientras un estudiante presiona dos bolsas de sangre y el anestesista pregunta información básica del paciente al adjunto. Llegamos a quirófano. Está inestable y la esterilidad es un lujo. Nos ponemos los guantes y empezamos.
Será un día largo, hoy al atardecer juegan los Orlando Pirates contra los Kaizer Chieffs (el derby de fútbol de Soweto) y se prevén muchos heridos. La guardia apenas empieza.
Maria Saladich, residente de quinto año de Cirugía General y del Aparato Digestivo