• 1) Ya no eres sólo estudiante. Ahora eres también profesional de la Medicina o de la Enfermería. Este nuevo papel significa responsabilidad y exigencia.
• 2) La relación con los pacientes será intensa y, a veces, emotiva. Sobre todo, sin embargo, debe ser muy profesional.
• 3) Nuestro sistema sanitario está considerado uno de los mejores del mundo, pero es muy complejo: hay presión asistencial, tareas burocráticas, competitividad, condiciones especiales de trabajo, etc. Aprender a moverte en él con facilidad forma parte de tu formación.
• 4) te incorporas a una formación donde es muy importante el 'long life learning': la actualización constante de los conocimientos y avances científicos y tecnológicos.
• 5) Con tu nueva actividad, se puede resentir la conciliación entre la vida familiar y la profesional: te tocará hacer guardias, tendrás horarios no siempre estables... Valora lo importantes tus vínculos familiares y sociales. Estos pueden ser un buen apoyo.
• 6) Vivirás situaciones nuevas y se te plantearán dilemas éticos y morales. Afrontarlos, encaminarlos y solucionarlos desde el principio es imprescindible para ser un buen profesional.
• 7) Aprovecha el periodo del MIR-EIR para adquirir buenas habilidades y buenos recursos, tanto para la práctica profesional como para un vida equilibrada. Aprende de los mejores profesionales.
• 8) Procúrate formación y apoyo para saber afrontar momentos de ansiedad y estrés, y para aprender a manifestar tus sentimientos... de manera racional y ajustada a las situaciones.
• 9)  Propónte mejorar las habilidades sociales y comunicativas con compañeros, tutores, pacientes y familiares.
• 10)  Si no te han hecho una acogida formal y profunda en tu centro de trabajo, pídela, y también que te presenten el equipo asistencial y el personal de apoyo.
• 11) Si te encuentras en situaciones difíciles -ya sea profesionales o personales-, no renuncies a pedir ayuda y consejo a los demás.
• 12) Habla con los residentes mayores. Su experiencia te resultará útil.
• 13) Búscate un poco de tiempo libre para lo que sea importante para ti. No te descuides, procura mantenerte activo intelectual y físicamente, hacer deporte y seguir una alimentación equilibrada.
• 14) Cuando hayas cruzado el ecuador del MIR, piensa en los residentes que necesitan tu apoyo. Años más tarde, recuerda también la intensidad de tus primeros días de médico, cuando seas adjunto, tutor o jefe de servicio.

Si creo que tengo problemas, ¿quién me puede ayudar?

• El tutor y el facultativo responsable del residente son más que el referente para tu especialización profesional. Por el hecho de estar cerca de ti y de acompañarte en la formación también pueden ser los receptores de tus inquietudes y preocupaciones. Te pueden ayudar a encontrar el apoyo que necesitas, pero no son un terapeuta.
• En el servicio de prevención de riesgos laborales de tu centro sanitario te informarán sobre los temas de salud en el lugar de trabajo, tanto en aspectos técnicos como psicosociales y atenderán cualquier consulta relacionada con tu salud laboral.
• El PAIMM (Programa de Atención Integral al Médico Enfermo) de la Fundación Galatea ofrece asistencia especializada y confidencial a los profesionales de la Medicina cuando tienen problemas psíquicos o conductas adictivas, para asegurar que reciban un tratamiento adecuado y, en consecuencia, puedan ejercer su trabajo en las mejores condiciones posibles de salud.

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