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Meritxell Feliu: "Para ser un buen médico, tienes que pasar por un hospital como el de Vic"

Nacida en Andorra y vecina de Barberá del Vallés, la Dra. Meritxell Feliu comenzó la formación sanitaria especializada en el Consorcio Hospitalario de Vic el año 2012, después de finalizar los estudios de Grado en la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente, es R5 de Medicina y coordinadora de las guardias de los residentes. Está previsto que termine la especialización en 2018.

Meritxell Feliu, R Grande de Medicina al Consorci Hospitalari de Vic
Meritxell Feliu, R Grande de Medicina al Consorci Hospitalari de Vic

- Porque elegiste el Hospital Universitario de Vic para formarte como especialista en Medicina Interna?

Vine a la jornada de puertas abiertas y me gustó mucho. Estoy contenta de haber tomado esta decisión. Considero que el hecho de que no sea un hospital de tercer nivel ni de alta especialización tiene múltiples ventajas para la formación: por un lado, puedes tener mucho contacto con todos los profesionales y, por otro, en este centro la Medicina interna tiene un papel clave. Ves al paciente desde el principio, no se diluye, te lo haces tu y puedes hacerle una valoración integral. Para ser un buen médico, creo que tienes que pasar por un hospital como el de Vic.

- Son las ventajas de formarte en una especialidad generalista...

Exacto. De hecho, los pacientes no son un pulmón, no son un riñón, sino que son un todo. Se les debe hacer una valoración integral, determinar su estado basal y eso es lo que a mí me gusta. Además, al ser un hospital de "tamaño medio", los residentes pueden participar con muchas más cosas.

- Ahora que ya estás acabando, que te llevas de tu paso por CHV?

Me he dado cuenta de que la Medicina Interna es la base de la profesión y que es una especialidad dura y que requiere sacrificio (sobre todo las guardias) pero que vale mucho la pena. Tienes que estudiar mucho porque tratas el paciente de forma holística y esto hace que adquieras una muy buena base de conocimientos.

- Cuando eras R4, quedaste embarazada y estuviste un tiempo de baja de maternidad. Un hecho que, a buen seguro, ha marcado tu residencia?

Por supuesto, el hecho de ser madre me ha aportado muchísimo como persona pero también me ha enriquecido mucho a nivel profesional: valoras las cosas de otro modo, relativizas más y ganas madurez.

- Eres una de las residentes más veteranas, cuál es tu papel aquí?

Al ser pocos residentes, formamos todos un equipo. Cuando llegan los R1, les ayudamos a integrarse y les explicamos cómo funcionan las guardias, como se organizan las rotaciones, etc.

- ¿Cuál es el principal acompañamiento que necesitan los residentes cuando llegan?

Sobre todo, orientarse en la organización, conocer el organigrama, el funcionamiento general de la institución... pero este acompañamiento lo hacemos entre todos los residentes, somos una piña.